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PASTORAL |
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“La evangelización es la vocación propia de la Iglesia y su identidad más profunda, ella existe para evangelizar” ( Pablo VI -EN. Nº 14)
Toda escuela del Movimiento de la Palabra de Dios está llamada a ser profundamente evangelizadora. En relación a esto el Espíritu nos exhorta: “...proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar” (2 Tim.4,2). Es una invitación a enfrentar la hostilidad, la indiferencia y la corrupción generalizada, propia de nuestros tiempos, con la eficacia pastoral de la Palabra de Dios radicalmente anunciada y comunitariamente testimoniada. Este es un horizonte eclesial para la nueva evangelización anunciada por Juan Pablo II para toda la Iglesia en este Nuevo Milenio (NMI) y para los nuevos tiempos de madurez eclesial en el Movimiento de la Palabra de Dios. Cfr. P. Ricardo; El amor a nosotros mismos, Editorial de la Palabra de Dios; Buenos Aires; 1999. |
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La formación propone generar espacios preventivos e iluminadores donde se ejercita y se crece en el discernimiento. Dichos espacios pueden ser formales u ocasionales.
Es una “escuela de vida”, no puede darse en forma desvinculada de la fe, si bien hay docentes formadores, requiere ser asumida por todos los miembros adultos de la institución, docentes y no docentes.
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Es un espacio de formación y crecimiento de la fe
que supone la evangelización, contenidos doctrinales
y formación entendida como integración a la vida de
los valores del Evangelio.
Nuestra catequesis es profundamente bíblica, es decir que lleva a un
encuentro con Jesús en su Palabra
y desde allí a la vida.
A lo largo del itinerario educativo y con procesos de formación específicos, extracurriculares y complementarios
a la catequesis áulica,
se ofrecen los sacramentos de
Iniciación Cristiana: Bautismo
(a los que no lo han recibido
y lo desean), Primera Comunión y Confirmación. |
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